Hoy en día la tecnología forma parte de nuestra vida. Todos,
en mayor o menor medida, tenemos contacto con la tecnología en nuestro día a
día.
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Anna Black CC by https://www.publicdomainpictures.net/es/view-image.php?image=188719&picture=que-tenga-un-buen-dia-en-el-trabajo-tarj |
Y la enseñanza de lenguas extranjeras forma parte de ese día
a día.
Por lo tanto en nuestras clases la tecnología tiene que ser
una herramienta más a través de la cual facilitamos el conocimiento a nuestros
alumnos. Debemos integrar los medios tecnológicos en nuestro modelo de
enseñanza de forma natural, al igual que lo estamos haciendo en nuestro día a día.
Creo que defender que la tecnología puede resultar
beneficiosa o perjudicial en el aprendizaje de lenguas extranjeras sería una
falsedad. La tecnología en sí no nos transformará en mejores docentes ni hará
que nuestros alumnos estén más interesados en la materia. El uso que hacemos de
ella será la clave tanto para integrarla en la enseñanza de forma eficaz, como
para convertirla en un medio que facilite el proceso de aprendizaje.
El problema con el que se encuentran los estudiantes es que
muchas veces se introduce la tecnología en las aulas por el simple hecho de
incluir en el currículo el uso de las nuevas tecnologías sin ningún objetivo
didáctico. Eso sería como hablar por teléfono con una persona que tienes
delante. En ese caso podemos decir que la tecnología no aporta nada.
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Twitter CC by https://creativecommons.org/licenses/by/4.0 |
A día de hoy, un aula en el que no se tiene en cuenta la
tecnología es un espacio de enseñanza con carencias. Por lo tanto creo
que la pregunta que deberíamos hacernos es ¿cómo integrar la tecnología en la
enseñanza de lenguas extrajeras de forma competente?